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dc.contributor.advisorMartín Arribas, Juan José 
dc.contributor.authorAlonso Tomé, Sandra
dc.contributor.otherUniversidad de Burgos. Departamento de Derecho Público
dc.date.accessioned2025-02-11T13:15:28Z
dc.date.available2025-02-11T13:15:28Z
dc.date.issued2024
dc.date.submitted2024-12-19
dc.identifier.urihttp://hdl.handle.net/10259/10209
dc.description.abstractLa gestión de las fronteras exteriores y la política común de visados de la Unión Europea han sido fundamentales desde la creación del espacio Schengen, que suprimió las fronteras internas entre los Estados miembros, facilitando así la libre circulación de personas. No obstante, esta libertad de movimiento ha requerido un fortalecimiento del control sobre las fronteras exteriores, ya que cualquier persona que accede al espacio Schengen a través de estas fronteras obtiene libre acceso a todo el territorio de la UE. Para gestionar este aspecto, la Unión Europea ha desarrollado un conjunto de políticas y ha creado agencias especializadas, como Frontex, encargada de la coordinación operativa en las fronteras, y eu-LISA, responsable de la gestión de sistemas tecnológicos esenciales para el control fronterizo, tales como el Sistema de Información de Schengen (SIS) y el Sistema de Entradas y Salidas (SES). Estas herramientas permiten registrar los movimientos de entrada y salida del territorio de la UE y constituyen un componente esencial en la gestión integrada de las fronteras. El principal desafío ha sido equilibrar la libertad de circulación dentro del espacio Schengen con la seguridad interna de los Estados miembros, especialmente en contextos de crisis, como la crisis migratoria de 2015 o la pandemia de COVID-19, que han puesto a prueba los sistemas fronterizos. Las divergencias entre los Estados miembros sobre cómo afrontar estos problemas han generado tensiones que han debilitado la solidaridad europea en esta materia. En el ámbito de la política de visados, que regula el acceso al territorio de la UE desde terceros países, se observa que, aunque está armonizada para garantizar controles uniformes en todo el espacio Schengen, persisten dificultades significativas. La gestión de los visados se realiza principalmente a través de los consulados de los Estados miembros, siguiendo un marco normativo común, el Código de visados. Además, la UE ha firmado acuerdos de exención de visados con terceros países, facilitando así la movilidad para los ciudadanos de ambas regiones. No obstante, la implementación de acuerdos de retorno y readmisión ha demostrado ser especialmente problemática debido a las diferencias en su aplicación, lo que ha minado la eficacia de estas políticas basadas en el principio de reciprocidad. A lo largo de esta investigación, se ha puesto de manifiesto la necesidad de una mayor diferenciación en la gestión de los intereses que confluyen en las fronteras exteriores, proponiendo la separación de las políticas de inmigración y asilo de la gestión de fronteras exteriores. De este modo, la política de gestión de fronteras debería centrarse exclusivamente en garantizar la seguridad, mientras que la inmigración y el asilo deberían gestionarse mediante marcos normativos más específicos y amplios, de naturaleza ad personam. Asimismo, se subraya la importancia de seguir potenciando el papel de agencias como Frontex y eu-LISA en la coordinación transnacional, para garantizar una mayor efectividad en la cooperación entre los Estados miembros frente a los retos migratorios y de seguridad. Las tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial y la autorización ETIAS, ofrecen un gran potencial para optimizar la gestión fronteriza, aunque también presentan retos de carácter ético que deben ser abordados de manera integral. La gestión de las fronteras exteriores de la UE debe encontrar un equilibrio adecuado entre las exigencias de seguridad y el respeto a los derechos humanos. Esto requiere un fortalecimiento de la transparencia y la rendición de cuentas en el funcionamiento de las agencias intervinientes, como Frontex, con el objetivo de mejorar la relación con los ciudadanos y garantizar un marco que respete los principios fundamentales de la UE. Aunque persisten desafíos importantes, la UE avanza permanentemente hacia una integración más coherente y eficaz de sus políticas de gestión fronteriza y visados.es
dc.format.mimetypeapplication/pdf
dc.language.isospaes
dc.rightsAttribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 Internacional*
dc.rights.urihttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/*
dc.subjectFrontexes
dc.subjectEspacio Schengenes
dc.subjectSeguridades
dc.subjectPolítica de visadoses
dc.subjectFronteras exteriores de la Unión Europeaes
dc.subject.otherPaíses de la Unión Europea-Fronterases
dc.subject.otherControl de fronterases
dc.subject.otherBorder security-Law and legislationen
dc.titleEl régimen jurídico de la frontera exterior de la unión europea: análisis desde la perspectiva de la gestión, el acceso y el retornoes
dc.typeinfo:eu-repo/semantics/doctoralThesises
dc.rights.holderEste documento está sujeto a una licencia de uso Creative Commons, por la cual está permitido hacer copia, distribuir y comunicar públicamente la obra siempre que se cite al autor original y no se haga de él uso comercial ni obra derivada
dc.rights.accessRightsinfo:eu-repo/semantics/embargoedAccesses
dc.identifier.doi10.36443/10259/10209
dc.subject.unesco5603.99 Otrases
dc.type.hasVersioninfo:eu-repo/semantics/acceptedVersiones


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