Una de las piezas críticas de desgaste de la red ferroviaria es el corazón de los cruzamientos,
un elemento sometido a mayores esfuerzos que las vías. Para su construcción suele
emplearse acero Hadfield, con una dureza “de fábrica” en torno a 220 HBW.
MAXAM, líder europeo en la fabricación de material explosivo y sistemas de iniciación para
uso civil (minería, túneles, canteras…), ha desarrollado un proceso de endurecimiento de
estas piezas que permite aumentar su dureza por encima de 350-400 HBW, antes de su
suministro e instalación, mediante el disparo de una carga explosiva especialmente diseñada
denominada RIOMETAL.
Con esta dureza, el cruzamiento aumenta de manera notable su resistencia al desgaste, lo
que implica una reducción aproximada de los costes de mantenimiento del 50%, una
extensión de su vida útil de alrededor del 40% y una disminución del Coste del Ciclo de
Vida (LCC) de un 20% aproximadamente, reduciéndose también el número y duración de
las paradas para reparaciones, recargas de material y sustituciones.
