El control de la calidad del aire en las ciudades es uno de los grandes retos en los próximos
años. La ciudad de Madrid, como muchas otras ciudades del mundo, cuenta con un sistema
de monitorización de la calidad del aire mediante estaciones fijas de medición. Distintos
estudios defienden la idea de que los modelos de este tipo presentan ciertas carencias en
cuanto a representatividad de la información generada. En este trabajo, se ha evaluado la
calidad del aire en ciertas calles de Madrid mediante el uso de sensores móviles. Para ello,
se ha diseñado una ruta, analizando las concentraciones de PM2,5 agrupadas en los tramos
de la ruta. La recopilación de datos mediante un sensor móvil permite una cobertura
homogénea de datos en la ruta, gracias a la cual se han mapeado las zonas con mayor
riesgo de presentar concentraciones elevadas. Así mismo, se han comparado los resultados
dentro y fuera de Madrid Central y se ha estudiado la relación entre las concentraciones de
PM2,5 con factores meteorológicos y condiciones del tráfico. A pesar del bajo coste de esta
tecnología, se han obtenido mediciones de calidad aceptable que pueden ser
complementarias a las realizadas con las estaciones fijas del Sistema de vigilancia de la
Calidad del Aire del Ayuntamiento de Madrid.
