La contratación pública se configura como una institución eminentemente formal que exige la observancia de determinadas formalidades y requisitos a la hora de seleccionar a la persona física
o jurídica más idónea para llegar a ser contratista público. Así, la
normativa de contratación pública establece procedimientos específicos de adjudicación de los contratos cuya finalidad es satisfacer, en las mejores condiciones posibles, las necesidades de los órganos de
contratación permitiendo que las compras públicas se realicen de
manera racional y transparente garantizando la igualdad de acceso a
los contratos públicos.
